Prácticas con el Clima

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La mayoría de la gente está familiarizada con esa canción infantil que dice: “Rain, rain go away, come again another day”, o con su variante “Rain, rain go away, come again night not day”.(La traducción, por tanto, sería: “Lluvia, lluvia márchate y vuelve otro día” y “Lluvia, lluvia márchate, ven de noche y no de día”) Ambas las puedes utilizar a modo de hechizos siempre y cuando las interpretes con equilibrio, concentración y seriedad . Para lograr los efectos deseados, no sólo con éstos sin con todos los hechizos, debes invocar a los elementos y llamar a la Diosa y al Dios. Di cualquiera de los hechizos tres veces en el exterior y si está lloviendo. Recuerda que después debes despedir a los elementos y dar las gracias a las deidades. Los resultados se harán efectivos rápidamente, pero no de forma inmediata.

Otro hechizo que puedes emplear dice lo siguiente:


Las nubes son el rebaño y el viento su pastor. Pastor, llévate al rebaño contigo.

 

Este hechizo se llevará la lluvia y las nubes.


Para que se levante el viento, quizá para que se te seque la colada, dale la espalda a cualquier corriente de aire que adviertas a tu alrededor y sopla tres veces mientras te concentras en que la brisa aumente ligeramente su fuerza.También puedes llevar a cabo una magia cuyos efectos sean retardados.

Solía ser habitual que los marineros le “comprasen el viento” a una bruja. Ésta ataba tres nudos en una cuerda que el marinero desataría cuando lo necesitara. El primer nudo se correspondía con una brisa, el segundo con el ciento y el tercero con un vendaval. En estos casos la bruja utilizaba la magia para visualizar y anudar cada corriente en la cuerda, para que el marinero pudiera liberarlas después.

 


En los coven´s siempre se cuenta con una persona cuya especialidad es trabajar con este tipo de magia. Su tarea suele ser asegurarse de que las condiciones meteorológicas sean buenas cuando tienen pensado llevar a cabo rituales en el exterior. Esta clase de magia “con previsión” debe hacerse teniendo en mente las normas de cada estación; por ejemplo, si estamos en pleno invierno, lo único que podemos pretender con el ritual es que el día sea ligeramente más cálido y seco de lo que sería en general.

 

Lo que hacen estas personas es visitar con buen tiempo el lugar que se ha escogido para la celebración y recordar todos los detalles que vivieron en ese preciso instante. De esta manera intentan recrear las condiciones meteorológicas tanto como les es posible. Esto no significa que las brujas podamos evitar que haga frío o que haya humedad, porque nosotras también dependemos del equilibrio de la naturaleza, pero algunos sitios pueden no ser seguros si están sometidos a las inclemencias del tiempo. También ocurre que ciertos acontecimientos son imposibles de llevar a cabo si hace demasiado calor.

 

En cualquier caso, es necesario conocer y comprender los elementos para empezar a hacer magia.

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