«Los celtas definían a Brigit(*) como “una que son tres”. Es un concepto extraño a la mentalidad de hoy, pero para ellos era muy natural. Brigit, en realidad, tenía simplemente dos hermanas que también se llamaban Brigit, y así se explicaba normalmente. ¿Cómo podían ser una y tres a la vez? Pues porque tenían tres funciones principales muy diferenciadas (inspiración, forja, sanación) pero el mismo punto en común: su origen como hija de Dagda y su carácter de Divinidad relacionada con el fuego.
El aspecto que diríamos más “relacionado” con el concepto de Anciana en Brigit, que es el que a priori parece más extraño para ella de acuerdo con los cánones actuales, es la relación tan estrecha que tiene con la muerte. Una de las atribuciones de Brigit es la de hacer de plañidera, algo que ella misma inventa: cuando su hijo Ruadán muere, Brigit llora y lleva luto por él como símbolo tanto de su amor maternal como del hecho de que se ha sacrificado en batalla. En su faceta más conocida como Brigit la herrera, ella utiliza el fuego de la forja para dar forma a las armas que los guerreros portarán en la batalla, y no era de extrañar que ella misma fuera a la contienda, ya que las mujeres celtas eran adversarias temibles, y ya se sabe que es necesaria fuerza física para ser herrero. Además de esto, hay que tener en cuenta que en la cultura celta no siempre eran las “doncellas” o mujeres jóvenes las que iban a la guerra, pues existen crónicas romanas en las que se dice que las mujeres casadas mismas eran las que acudían a la batalla. Con lo cual la guerra y la estrategia militar no estaba necesariamente reservada a los varones solteros y sin hijos, y como ejemplos de esto están las míticas reinas celtas Boudica (reina de los Icenos) y Cartimandua (reina de la tribu de los Brigantes). En este punto, Brigit se toca en cierto modo con su madre Morrigan, la cual, como ya sabemos, es una Divinidad celta de la guerra y la muerte, y con quien comparte algunas de sus atribuciones; como la asimilación por parte de Brigit de uno de los animales de Morrigan, la vaca de orejas rojas, de la cual se alimentó durante su infancia de acuerdo con algunas leyendas.
En cuanto a su faceta de madre, puede que ésta sea mucho más fácil de vislumbrar. Incluso puede que sea más fácil de ver que la tradicional faceta de la Doncella que se ve en ella. Su fiesta es Imbolc, que coincide con la época de lactancia del ganado. Así, se la asocia con el parto, la infancia, la lactancia, el amor maternal, la diplomacia, la mediación, la ternura… pero también la defensa de los hijos. No quiero imaginar cómo podría ser la ira de una madre celta en batalla al ver a su hijo herido, y estoy segura de que, como celta y como madre, mataría de un tajo a cualquiera que se atreviera a ponerle una mano encima a su “niño” o “niña”. Es posible que Brigit después sanara a su vástago herido con sus poderes curativos, restableciendo su salud completamente y cuidando de que todo saliera bien. Y como ya hemos apuntado, acompañaría a su hijo en su lecho de muerte y le daría unas exequias dignas, derramando incontables lágrimas por su pérdida. El agua en Brigit siempre es sanadora, y con esas lágrimas muy probablemente sanara el alma de su pequeño hasta que llegara al final de su viaje. Como Madre, sobre todo se encuentra presente en el fuego del hogar, que para la llegada de Imbolc se considera un bien preciado ya que el invierno aún está presente y la leña empieza a escasear.
Finalmente está el concepto de Doncella. En mi trabajo con ella no soy capaz de ver mucho de Doncella en Brigit más allá de su apariencia joven, de que es la Diosa de la inspiración, y de que su fiesta coincide con el renacer del Sol y el anuncio de la primavera. Pero creo que se queda en eso. Ella no es una Doncella, no es una niña: es una mujer casada, princesa de su tribu, madre lactante y guerrera. Protege a los niños y eso es incontestable, incluso existía la costumbre de disfrazar de Brigit a una de las niñas de la familia en la víspera de Imbolc. Como Diosa de la inspiración es patrona de las artes, pero no se ha de pensar que fuera “musa” al estilo contemporáneo de las canciones pop: ella no inspiraba poesías de amor romántico (el cual es un concepto relativamente reciente), sino cantares de gesta y poesía épica, canciones de guerra y maldiciones cantadas.
Viendo de forma general estas divisiones creo que podría llegar a comprender dentro de mi mentalidad contemporánea qué querían decir los antiguos celtas al afirmar que Brigit es una que son tres. Todos sus aspectos están diferenciados pero interrelacionados a la vez. Es una Diosa de creación (forja, maternidad, artes) y destrucción al mismo tiempo (muerte, guerra, maldiciones). Desde mi punto de vista, la relación tan intrincada dentro de sus diferentes Brigits son estratos de la misma Divinidad que no se pueden englobar dentro de ningún arquetipo si no se toman como entes separados unos de otros…»