Hombre espiritual es aquel que, habiendo sido a la vez hombre mundano y estudiante ocultista, ha llegado a la conclusión de que detrás de todas esas causas de las cuales se ha ocupado hasta ahora, existe una CAUSA; esta unidad causal se convierte entonces en la meta de su investigación. Tal es el misterio que reside en todos los misterios; tal es el secreto velado por todo lo que hasta ahora se conoce y concibe; tal es el corazón de lo Desconocido que mantiene oculto el propósito y la clave de todo lo que EXISTE, y que sólo es puesto en manos de esos excelsos Seres que – habiéndose abierto camino a través de la múltiple trama de la vida – Se reconocen, en realidad, como Atma o Espíritu mismo, y como verdaderas chispas de la gran Llama.
Tres veces surge el llamado a todos los peregrinos que se hallan en el Sendero de la Vida: “Conócete a ti mismo” es el primer gran mandato, y largo es el proceso para lograr ese conocimiento. Luego viene “Conoce el Yo”, y cuando se ha logrado, el hombre no sólo se conoce a sí mismo sino a todos los yoes; el alma del universo ya no es para él el libro sellado de la vida sino el libro con los siete sellos rasgados. Después, cuando el hombre ya es un adepto, surge el llamado “Conoce al Uno” y las palabras reverberan en los oídos del adepto: “Busca aquello que es la Causa responsable, y habiendo conocido al alma y su expresión, la forma busca AQUELLO que el alma revela”.
Mediante la rígida disciplina impuesta por uno mismo, llega oportunamente la perfección. Nada es demasiado insignificante para el discípulo, porque la meta se alcanza mediante el riguroso ajuste de los detalles en la vida del mundo inferior. El discípulo al acercarse al Portal, lleva una vida cada vez más difícil; la vigilancia ha de ser más estricta, y ha de obrar correctamente, sin considerar las consecuencias, luchar con cada cuerpo y subyugar cada uno de sus aspectos. Sólo mediante la total comprensión del axioma: “Conócete a ti mismo” llega el conocimiento que permite al hombre aplicar la ley y conocer el mecanismo interno del sistema desde el centro a la periferia. Lucha, esfuerzo, disciplina y servicio dedicado; sin otra recompensa que la incomprensión y el abuso de los que vienen detrás, es la función del discípulo.
Conocete a ti Mismo
Djwhal Khul