José Gregorio Hernández nace en el 26 de Octubre del año 1864 en la población de Isnotú, Estado Trujillo, Venezuela, al pie de la Cordillera de los Andes Eje Energético de Suramérica. Proviene de una familia muy humilde, conservadora y profundamente Católica.
A muy temprana edad, fallece su madre producto de una enfermedad tropical, muy común entre las causas de muerte de la época. Este hecho, marcaría profundamente su Plan Divino de Perfección, su carrera profesional de Médico, ya que se dedicará a tiempo completo al estudio y erradicación de estas enfermedades. Haciendo del ejercicio de la medicina, su misión de vida que dejará grandes legados científicos para la humanidad.
Siendo muy Joven, a la edad de 13 años, se traslada a la ciudad de Caracas donde cursa estudios de Bachillerato y posteriormente, ingresa a la Universidad a estudiar medicina donde se gradúa con honores en Junio de 1888. Ya se perfilaba lo que será una brillante carrera profesional, consagrada a la ciencia, sanando enfermos y aliviando el espíritu de quienes así lo requiriesen.
Carrera científica y docente:
Recibe una beca del gobierno Venezolano y se marcha a Europa en el año de 1889, concretamente a Francia y Alemania, donde se encontraban para la época, los más avanzados estudiosos de la medicina del mundo que impartían sus enseñanzas en afamados institutos científicos-docentes.
Al cabo de dos años hacia finales 1891, regresa a Venezuela, lleno de emoción y muchísimos honores obtenidos, pero sobre todo con la más firme decisión de aplicar toda esa carga de conocimientos aprendidos en el extranjero. Es así como vuelve a la universidad y crea las cátedras de Histología y Bacteriología, trayendo consigo una gran innovación, el primer microscopio para uso científico- medico en Venezuela.
Durante aquellos años, a pesar de sus éxitos como médico y científico, en su espíritu siempre estuvo latente la misericordia y el profundo deseo de servir a los más necesitados. Estos sentimientos, jamás se vieron apagados por la fama y el renombre que logró alcanzar en su momento, producto de su destacada labor científica.
Es así como a la par de su éxito profesional y encumbrada fama, decide abrir una consulta para atender a los pobres , por lo cual casi nunca los pacientes tenían como pagarle sus servicios pero aun así, realizaba esa labor con mucho amor y en muchas oportunidades, hasta les suministraba los medicamentos de manera gratuita.
Precursor de la musicoterapia:
Un dato curioso revela que también estudio música de manera autodidacta, desarrollando grandes cualidades innatas, especialmente en la ejecución del piano, el cual utilizaba en sus consultas. Al ejecutar este instrumento, descubrió que los pacientes presentaban notables mejorías cuando escuchaban su música armoniosa que les aliviaba, no solamente sus dolores físicos, sino también, emocionales y espirituales, convirtiéndose así, en el precursor de lo que hoy se conoce como “Musicoterapia”.
Estudios religiosos:
Al parecer, no era suficiente todo aquello para su alma, había algo más sublime dentro de sí que le decía que faltaba algo por hacer en su vida. Sentía el profundo llamado de convertirse al Sacerdocio lo que lo haría confrontarse internamente por mucho tiempo, hasta que en dos oportunidades, se apartó de sus actividades profesionales para consagrarse, en cuerpo y alma, a Dios. Pero la vida le tenía preparado otro destino, ya que -paradójicamente- por razones de salud, no pudo culminar sus estudios religiosos, los cuales eran muy fuertes y exigentes para su endeble cuerpo físico.
Y es así que estando en el convento de los Cartujos en Italia en 1909, debió abandonar su formación monástica por las razones ya mencionadas, viéndose obligado a regresar a Venezuela. Al cabo de un tiempo, después de recuperada su salud, retoma su consulta con más ahínco y dedicación que antes, a la vez que reinicia a sus actividades docentes en la universidad. Ya en Caracas, se resigna a continuar su vida como médico y científico, pero decide no renunciar del todo a su apostolado como “El Medico de los Pobres” e ingresa a la Orden Franciscana Seglar de Venezuela. De esta manera encontró la forma de encauzar su vocación y hacerse uno con San Francisco de Asís, viviendo su carisma y su amor por los más necesitados. Todo esto nos lleva a una gran interrogante: ¿Era el Dr. José Gregorio Hernández un Científico prestado a la espiritualidad? o un Ser de Luz trabajando a través de la Ciencia?…
Entregando su corriente de vida:
Transcurre el año de 1919, estaba en pleno apogeo la 1ra Guerra Mundial en Europa. La humanidad clamaba por un cese al fuego y por el fin de las hostilidades. Mientras tanto en Caracas, ese día 19 de Junio, amaneció la ciudad bañada con un sol radiante que servía de marco para una hermosa mañana. El Dr. José Gregorio Hernández, como todos los Domingos, asistía a la homilía matutina que se celebraba en la catedral.
Al salir de la misa, escucho que un grupo de personas conversaba en las afueras del recinto religioso sobre las últimas noticias provenientes de Europa acerca del fin de la Guerra. Se detuvo por un instante a saludar a los vecinos y luego continuó su camino exclamando:-¡Virgen Santísima daría mi vida porque finalizara definitivamente esa guerra sin sentido!.
De regreso a su casa, pasó a visitar a un enfermo y después de haberlo recetado se dirigió a la botica a comprar las medicinas para su paciente, durante el trayecto fue atropellado por un auto en la esquina de Amadores, en la Caraqueña Parroquia de La Pastora. Cumpliéndose de esta manera su deseo de contribuir con la paz mundial a cambio de su propia existencia ya que en ese mismo año finalizó la guerra. Así fué como entregó su corriente de vida, pronto corrió la noticia por toda la ciudad. La gente al enterarse del incidente exclamaba con asombro y tristeza: ¡Ha Muerto un Santo!
Desde entonces es venerado en toda Venezuela y en muchos países Latinoamericanos y también en la región de Canarias, España como un Santo Sanador de enfermedades. Actualmente, la Iglesia Católica lo reconoce como “Venerable”, después que el Papa Juan Pablo II en 1986 le otorgara ese rango, siendo este un primer paso para posteriormente declararlo “Santo”.
Virtudes Metafísicas del Dr. José Gregorio Hernández:
– Uno de sus principales aportes a la humanidad fue conciliar la Ciencia con la Espiritualidad. Dejando claro que ambas corrientes del saber humano son más bien complementarias que excluyentes una de la otra.
– Fue el precursor de la Musicoterapia.
– Actualmente trabaja en el Quinto Rayo Verde de la Curación, acompañado de una legión de Ángeles Sanadores impartiendo salud a quien tenga suficiente Fe.
– Su llave tonal se encuentra en el Réquiem de Giuseppe Verdi.
– Su Retiro Etérico está ubicado en la mesa de Esnujaque, cerca de Isnotú, en su natal estado Trujillo, Venezuela.
Invocación:
“¡AMADO DR JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ, EN NOMBRE DE LA PODEROSA PRESENCIA DE DIOS “YO SOY “ Y DEL RAYO VERDE DE LA CURACIÓN, TE INVOCO!, VEN, VEN Y VEN CON TU LEGIÓN DE ÁNGELES SANADORES, BARRE, BORRA CONSUME Y DISUELVE TODA APARIENCIA DE ENFERMEDAD; EN MI, EN ESTE PAÍS Y EL MUNDO ENTERO, AHORA MISMO Y PARA SIEMPRE” AMEN.
Fuente: Grupo Metafísico Valencia / Venezuela
Linea Discipular: Conny Méndez- Rubén Cedeño
Tomado del blog de Solange Marin:
https://compartiendoluzconsol.wordpress.com/…/conociendo-a…/
Muy interesante, le pido por mi salud y como dr.que inteceda por mi hijo médico de profesión para que se acomode en un mejor lugar dónde pueda servir,tenga seguridad fisica y económica y a la vez le permita seguirse preparando según su deseo y sus planes doy gracias porque ya me han sido concedidas las peticiones y haré públicos los favores concedidos, gracias amén!!!
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