No negar a la tristeza cuando viene a visitarme, no contener la lágrima cuando se desborda de mis ojos.
Reconocer que también tengo miedo, que a veces quisiera escapar de mí y de mis pensamientos, salir corriendo de mis límites, que a veces no me entiendo, ni entiendo nada en este mundo loco, que no tengo siempre la respuesta ni quiero tenerla, que no siempre puedo con todo, que sueño más de lo que duermo, que en ocasiones me abraza la melancolía, y no me sale la risa y no lo escondo ni lo ignoro, porque así puedo escuchar a mi alma cada vez que me pide un abrazo.
El secreto de la felicidad es muy sencillo. Deja de pedirle cosas a este momento. Cada vez que le pides algo, o que te libre de algo, sufres. Tus peticiones te mantienen encadenado al estado de ensoñación de la mente condicionada. El problema estriba en que, cuando pides algo, pierdes por completo lo que es en este preciso momento.
Deja de perseguir la paz y el amor, y tu corazón se llenará. Deja de intentar ser mejor persona y serás mejor persona. Deja de intentar perdonar, y el perdón surgirá. Detente y quédate quieto.
La realización súbita consiste en abandonar cualquier tipo de exigencia, tanto hacia ti como hacia los demás, en este preciso instante.
Si deseas ser feliz, has de ser simple, has de llevar una vida de comprensión, has de fluir con la existencia, porque cuanto más complejo eres, más infeliz te vuelves.
Cuanto más compleja es tu vida, más sufrimiento creas.
Cuando vemos nuestro propio crecimiento espiritual, creo que tendemos a pensar en términos de cambio y transformación, mejorar con respecto a quienes somos ahora.
Intentamos ser alguien diferente, quizá una versión aparentemente inalcanzable de nosotros mismos.
Pero todo lo que somos ya es perfecto.
En algún nivel de la realidad, ya existe la versión de nosotros que no está llena de ego, ensimismamiento, miedos ni inseguridades.
Cuando ofrecemos nuestras cualidades más divinas a alguien más, cuando expandimos nuestra capacidad para amar y cuidar, cuando nos volvemos altruistas en aspectos en los que éramos egoístas, no cambiamos ni nos transformamos, sino que estamos regresando a nuestro estado perfeccionado y regresando al mundo a su estado perfeccionado de existencia en el proceso.
Con esta enseñanza, cada uno de nosotros puede acercarse a un entendimiento más profundo.
Tu propia perfección siempre ha estado allí y nunca desaparecerá.
La perfección del mundo también ha estado siempre allí. Un mundo sin oscuridad, lleno de paz y plenitud total.
El regalo de cada día es la cantidad ilimitada de oportunidades que tenemos para regresar a dicha perfección.
Gracias por enseñarme a agradecer todo aquello que tengo que no se puede comprar con dinero.
Gracias por enseñarme a fortalecerme. Gracias por enseñarme a cuidar de mí y sentir mi vulnerabilidad.
Gracias por enseñarme a mirar la frustración que a veces nos asalta y nos paraliza, y a la vez nos sacude para volver a reinventarnos y a comenzar de nuevo.
Gracias por quitarme poco a poco las máscaras que me fui poniendo hasta llegar a un punto de no reconocerme.
Gracias por mostrarme esa sombra maravillosa a la que por muchos años le huí, por miedo a confrontarla.
Gracias por enseñarme a bailar con mi luz y mi sombra, en la sombra y en la luz. Gracias por mostrarme que al sanar, sana mi entorno.
Gracias por enseñarme a tener el valor de elegir ponerme límites.
Gracias por reencontrarme con mi YO COMPASIVO, para desde ahí sentir mi vulnerabilidad y soltar lo que no me pertenece.
Gracias por mostrarme que cuando me conecto conmigo misma, me conecto con mi prójimo.
Gracias por enseñarme que justamente tengo a los padres a los que les debo primero la vida y mucho de lo que soy, además de reconocerlos como mis maestros de vida.
Gracias por recordarme que SOY co-creadora y administradora de las potencialidades que me han sido entregadas.
Gracias vida porque a pesar de tantos caminos rocosos y confusos, me mostraste que existe el amor genuino.
Gracias por mostrarme que detrás de una transición, siempre hay una gran bendición.
Gracias por recordarme que el perdón es una llave universal.
¡Gracias Vida!. No te me vayas, que aún tengo mucho que realizar, labores que compartir, experiencias que trascender y tantas, tantas cosas que descubrir aún… Pero eso sí VIDA, quiero aprender en amor, en paz, en armonía, en prosperidad y en gozo.
Una vida llena de sentido, con objetivos claros, está a tu alcance a partir del momento en que decides que así sea. La paz está en ti y las dificultades también. Hay que aprender a hacer que la paz venza las dificultades para construir un feliz destino.
Para ello tienes que comenzar a vivir de acuerdo con la verdad de tu yo interior. No basta con la simple voluntad de vencer, hace falta conectarse con esa fortaleza interna que define tu verdadero ser.
Es preciso elaborar un plan de progreso espiritual inspirado por una meta elevada pero establecido en la realidad de tu estado actual y en los posibles obstáculos que puedan interferir con el objetivo de dicha meta.
Alcanzar la paz interna es un compromiso serio, pero también lleno de sorpresas agradables. Se requiere estar atentos a todos los procesos que pueden alterar esa paz interior y contrarrestarlos con paciencia y fe, con valentía y determinación, con voluntad y certeza de que todo fluye de acuerdo al Plan Divino.
En el mundo material, el éxito se mide en función de aspectos materiales. En el mundo espiritual, el éxito es la medida de la victoria sobre tus propias flaquezas y pretextos. Este éxito está al alcance de todos.
Si la meta es clara y la resolución es firme, hay muchas garantías de que cada paso que des te lleve un poquito más hacia delante, en dirección a tu feliz destino.
Es positivo cuando nos damos cuenta que no estamos viviendo como nos gustaría y que sólo hemos seguido las pautas de nuestro exterior. Es entonces cuando empezamos a sentir una especie de resistencia y nos encerramos en nosotros, percatándonos que no somos felices y hemos perdido la ilusión, e incluso, la alegría o las ganas de vivir. Es entonces cuando podemos comenzar a movernos hacia lo que realmente somos y deseamos.
Cuando el ser humano se adapta a lo recibido de su exterior y cumple con todo convencionalismo establecido, en relación a la manera de vivir, está menguando su poder interior y se adapta a los demás, dejándose ir y poniéndose a merced de lo que se nos impone o sugiere según las tradiciones, culturas, creencias del pasado y, sobre todo, perdiendo el empoderamiento que cada uno de nosotros tiene. Es decir, anulándonos día a día.
Llega un momento que nos damos cuenta, más tarde o más temprano, de este estado interior que no crea ningún bienestar, todo lo contrario. Este estado, parecido a un abatimiento, desilusión por hacer algo, o incluso “depresión”, solo ha sido motivado por no escuchar tu corazón, por no vivir acorde a cómo te sientes, o hacer aquello que deseas en tu interior.
Cuando nos vamos reprimiendo y bloqueando nuestros sentimientos y nuestros sueños, llega un momento que nuestro ser nos pide un alto, un reposo para regenerarnos, esclarecernos y recuperar las fuerzas para llegar a ser nosotros.
En estos momentos donde hemos llegado a establecer una rutina no querida en nuestra vida, es cuando todavía podemos hacer algo por nosotros mismos. Ha llegado la hora de dar un paso adelante, a pesar de todo nuestro estado interior, y decir: ¡Basta! , para iniciar una nueva vida siendo realmente nosotros.
*Nunca es tarde!*. Siempre estamos a tiempo y tenemos en nuestra mano el hecho de resucitar a una vida más acorde con lo que sentimos y queremos. Todo lo bueno que hayas podido pensar o sentir para ti….es posible.
Estés como estés, como te encuentres, siempre dispones de la capacidad para superar esta situación y dar un paso adelante para decir: _¡Estoy Aquí! ¡Sigo Aquí!. Con los pies bien plantados en la tierra, con mi mente y corazón en Conciencia Infinita!._
Cualquier situación en la que te encuentres ahora es exactamente lo que necesitas para el crecimiento del Alma. No hay excepciones a esta regla Divina. Tu Alma siempre está atrayendo los escenarios y personas perfectos para que te actives, empujes, estimules y despiertes para crecer a través del miedo.
A veces puedes crear experiencias similares y repetitivas para realmente superar algún problema, pero una vez que hayas sanado los patrones internos que surgen de los eventos, no te encontrarás en las mismas situaciones.
Lo que está sucediendo ahora es vital para tu crecimiento interno y desarrollo espiritual. Tu Alma siempre te pide que mires dónde tienes más miedo al cambio. Siempre se te exige que te mudes a áreas que te saquen de las zonas de seguridad insensibilizadas.
En este momento, siéntete en una situación que te está causando preocupación, ansiedad, malestar emocional o confusión. Pregúntate: «Si lo supiera, ¿Qué quiere mi Alma que mire aquí? ¿A dónde quiere llevarme mi Alma a continuación? ¿Cómo necesita mi Alma que expanda mi mente, mi corazón y mi conciencia?
Los lugares a los que tu Alma quiere guiarte casi siempre requieren un acto de fe. Siempre te exigirán que abordes tus miedos autolimitantes. Muy a menudo, lo que tu Alma quiere es que hagas aquello que más te asusta.
Esta suele ser la ruta hacia un mayor crecimiento y hacia un nuevo territorio muy saludable, porque son sólo sus miedos acerca de «lo que podría pasar» los que le impiden tener la vida de sus sueños.
Ceder repetidamente al miedo es una forma peligrosa de vivir, porque el miedo es muy bueno disfrazándose de la opción cómoda, fácil, segura, probada y comprobada. Pero una vida vivida con miedo es una vida lisiada y a medias.
Justo detrás del miedo se esconde un poder devastador del universo. Todos los miedos que albergas en este momento – aquellos que te dicen que es más seguro permanecer cerrado, más seguro permanecer oculto, más seguro seguir existiendo con un corazón atrapado, más seguro creer que fracasarás si lo intentas – todos ellos son infundados. Simplemente no son ciertos.
Salir de tu caparazón, irrumpir en nuevas formas de vida, dejar que tu corazón y tu Alma te guíen: estas son las formas de abrazar y avanzar hacia la vida que la Divinidad quiere para ti.
Dondequiera que te encuentres ahora mismo – y muy probablemente sea con un deseo de cambio pero con la voz del miedo diciéndote que no es posible – debes saber que tu Alma creó esto para tu crecimiento y transformación. Generalmente, el camino hacia la transformación, la expansión y la alegría más profundas se encuentra al otro lado de enfrentar el miedo.
La acción que genera más resistencia y miedo en ti suele ser precisamente lo que tu Alma más necesita que hagas para recibir la Luz y avanzar hacia ella.
1. TE AMO: Expresar este sentimiento es vital para la felicidad. ¡Atrévete a decirlo y verás cómo iluminas corazones!
2. TE ADMIRO: Reconocer las cualidades de los demás fortalece los lazos familiares y de amistad. ¿Cuándo fue la última vez que elogiaste a alguien por sus logros?
3. GRACIAS: La gratitud abre puertas y fortalece vínculos. Expresar aprecio sincero hace que los demás se sientan valorados.
4. PERDÓNAME: Reconocer errores y pedir perdón demuestra madurez y fortalece las relaciones humanas.
5. AYÚDAME, TE NECESITO: Pedir ayuda no es debilidad, es humildad. Reconocer nuestras limitaciones nos hace más fuertes.
6. TE ESCUCHO: Prestar atención genuina a los demás puede resolver conflictos y fortalecer vínculos. Todos necesitamos ser escuchados.
7. ERES ESPECIAL: Recordarle a alguien lo importante que es para ti puede hacer una gran diferencia en su día y en su vida.
Un camino hacia la luz 