
Tus pensamientos tienen mucho que ver con tu prosperidad y, a veces, la manera de acabar con un patrón es gastando dinero. Ha habido veces en las que todo andaba mal y decidí salir y comprarme un traje caro, en plena caída en barrena. Fue tal el efecto de subirme la moral que causó en mí el hecho de ponerme ese traje, que toda mi mente se elevó. Lo siguiente que ocurrió fue que el dinero volvió a fluir.
Es cuestión de bombear, de sacar el jugo. Tienes que soltar algo de ti mismo porque padeces estancamiento mental. Ese es el secreto de prosperidad.
Como he mencionado, la razón de que la prosperidad no fluya a la vida de las personas es que han dejado de dar. No importa cuánta agua haya en la tubería. Tal vez tengas solo un chorrito, pero si no hay nada que la detenga, puedes conseguir que el agua fluya.
Por eso bombear es tan valioso. Por eso una mujer puede salir a comprarse un vestido nuevo. A veces puede también comprarse una joya cara. El efecto de subirle la moral que le producirá y el hecho de poner el dinero en movimiento harán que la provisión arranque de nuevo.
Debes comprender cómo trabajar con las leyes de la abundancia. No solo las activas por medio de la oración y el pensamiento correcto; también lo haces al percatarte de que la ley del estancamiento no es buena para tu vida cuando se trata de tu provisión.
Del libro Atrae Abundancia, por Elizabeth Clare Prophet & Mark L. Prophet)
