
Cuando el árbol genealógico quiere revelarte un secreto, crea una estructura, algo que se repite, con eso pretende llamar la atención.
El silencio de un acontecimiento en la familia llena una zona de sombras en la memoria de los nuevos miembros que van naciendo. Para llenar el vacío y las lagunas, repetirá en su cuerpo o en su vida el drama que la familia ha intentado ocultarle.
«Lo que las palabras no dicen, los males lo comunican, lo repiten y lo expresan» (Schützenberger).
Un ejemplo muy frecuente es la infidelidad. En una pareja, cuando hay infidelidad, ambas partes lo saben; uno a nivel consciente y el otro a nivel inconsciente, pero esto nunca se habla, se mantiene como un secreto en la finalidad de proteger a los hijos. Cuando estos hijos crecen, en sus relaciones de pareja lo representan, aunque nunca se les dijo sobre la infidelidad de sus padres, ellos lo saben inconscientemente y lo repetirán en su relación de pareja.
Los secretos de familia no necesitan ser hablados para poderlos comunicar, se pueden transmitir de generación en generación de manera no verbal a través del lenguaje, como los gestos, las actitudes y demás, por lo que se puede decir que una comunicación de inconsciente a inconsciente es manifestada en la memoria transgeneracional de las familias.
Cuando hay lagunas sobre algún asunto del pasado, cuando hay un vacío o un silencio, es el reflejo de algún conflicto y se puede observar en la repetición de pautas en el comportamiento. El secreto familiar siempre va a salir a la luz.
Para que haya un secreto familiar, siempre habrá una vergüenza relacionada que engendra toxicidad.
«Lo que no se expresa por palabras, se expresa por dolores».
~ Schützenberger
