Antes de juzgar o criticar a alguien, pregúntate



¿Por qué te sientes con derecho a hacerlo? 

¿Por qué te molesta lo que el otro hace?

Ve al fondo de ti y pregúntate:

¿En qué momento se te otorgó el papel de juez, para los demás?, o si realmente crees que eres mejor o tu actuar sería más certero que el de esa persona?

Pregúntate:

¿Si has caminado con sus zapatos, o si has recorrido su camino, o si estás viviendo su vida para saber realmente cómo es?

Pero si para estas preguntas, no tienes una buena respuesta o razón, entonces mejor date cuenta que cada ser es diferente y con distintos senderos, evoluciones y elecciones!!

Así que deja de ser un juez y conviértete sólo en un observador del camino, pero con bondad hacia los demás.
               

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