
En muchas ocasiones hemos permanecido más tiempo del necesario en una situación o relación, ya sea de amistad o de pareja, que nos ha causado más angustia que alegría, ya sea por baja autoestima, codependencia o miedo a intentar cosas nuevas.
Soltar y dejar ir es un acto de amor propio que logramos al desprendernos de situaciones, de personas, de cosas o de creencias que nos hacen mal, que nos perjudican o que ya no forman parte de nuestra vida.
No tiene que ser necesariamente un adiós o un sacrificio, puede ser un agradecimiento por todo lo vivido, y la determinación para seguir por otro camino que enriquecerá nuestro desarrollo personal.
Renunciar es parte del proceso de la vida, y estamos obligados a decidir en qué y en quién queremos invertir nuestro tiempo y energía.
Pero por más natural y beneficioso que sea, es difícil hacerlo sin llegar a sentir algún dolor emocional, ya que es complejo: implica reconocer la necesidad de un cambio, lo cual suele ser difícil, hasta transitar la etapa de aceptación.
Implica hacerse preguntas profundas, cuestionarte cosas o comportamientos que forman parte de tu historia personal. Darte cuenta de si estás listo para dar el paso hacia el cambio, hacia la incertidumbre.
Tal vez ese cambio signifique despedirte de personas que, por más que quieras, ya no forman parte de tu vida; tal vez debas ser más consciente de tus comportamientos psicológicos y evaluar cuáles pueden llegar a modificarse un poco. Lo cierto es que, si queremos recibir algo nuevo, debemos estar preparados y hacer espacio para lo que viene.
Cuando te sientes perdido, sin dirección alguna, como si flotaras en un mar de incertidumbre, cuando sientes que te alejas cada vez más de lo que eres o de lo que quieres ser, es momento de dejar ir la situación que te provoca este malestar.
Algunas señales de debes soltar y dejar ir pueden ser:
- Estás de mal humor, triste, con sensación de incomodidad o desconexión la mayor parte del tiempo.
- Te encuentras enfrentando los mismos problemas una y otra vez.
- Te sientes estancado, como si no avanzaras hacia ningún lado.
Las alarmas varían dependiendo de cada persona. Si bien en algunos pueden tener sensaciones que los motiven a salir de ese patrón de una forma más activa, en otros pueden ser sentimientos de inseguridad, que no les inciten a salir del patrón, pero tampoco a quedarse dentro del mismo.
Lo cierto es que cuando notamos las señales, es el momento de tomar decisiones para mejorar nuestra salud mental, nuestra situación personal, económica o laboral.
@motivando.tu.alma21
